La intervención ha combinado técnicas de conservación arquitectónica con elementos contemporáneos que armonizan con el carácter del edificio. Los salones principales, con sus altos techos y ornamentación clásica, han sido transformados en áreas para exposiciones, ofreciendo un ambiente idóneo para mostrar arte y cultura en todas sus formas. Por otro lado, los espacios más íntimos de la casa se han destinado a la biblioteca, creando zonas acogedoras para la lectura y el estudio, con mobiliario que respeta la estética original del Palacio.
Además de recuperar su funcionalidad, el proyecto también ha apostado por la sostenibilidad y la integración de tecnología avanzada, garantizando que el edificio no solo sea un homenaje al pasado, sino también un ejemplo de adaptación al presente. Este espacio se ha consolidado como un punto de encuentro cultural en Moscari, donde visitantes locales y extranjeros pueden disfrutar de exposiciones temporales, consultar libros y sumergirse en el legado histórico de la región.